Viaje solidario en el desierto

Hace unos años, tuve la oportunidad de participar en un viaje solidario en el desierto organizado por la asociación Viento Norte Sur en Marruecos. Fue una experiencia única que me permitió conocer de cerca la cultura bereber y la vida en el desierto.

El viaje comenzó en Merzouga, un pequeño pueblo situado en el sureste de Marruecos. Allí nos alojamos en un albergue familiar a pie de duna, donde conocimos al grupo de personas llegadas desde toda España con las que compartiríamos esta aventura. Desde el primer momento, la asociación nos hizo sentir parte de Viento Norte Sur y nos explicó las actividades que realizaríamos durante la semana.

El objetivo principal del viaje era experimentar una toma de contacto con el desierto y conocer la cultura bereber. Para ello, la asociación tenía preparadas varias actividades enfocadas a sacar el máximo provecho del intercambio cultural. Una de las actividades más significativas fue la ayuda que prestamos en la distribución de material a diferentes poblaciones del desierto. Esta tarea nos permitió conocer de cerca la situación de las comunidades nómadas y su día a día.

Además, realizamos multitud de visitas culturales para empaparnos de la cultura del lugar. Visitamos el pueblo bereber de Hassi Labiad, donde pudimos conocer a sus habitantes y aprender sobre sus tradiciones y costumbres. También visitamos la asociación Aisha Danza Alma, que educa desde 2012 a niños y adultos nómadas que no tienen acceso a la educación. Allí, participamos en talleres de cuscús, dulces y henna impartidos por mujeres bereberes. Fue una experiencia muy enriquecedora que nos permitió conocer de cerca la labor de la asociación y su compromiso con la educación en la zona.

Durante el viaje, también tuvimos tiempo para disfrutar del desierto con todos nuestros sentidos. Realizamos rutas a camello por las dunas de Erg Chebbi, una experiencia única que nos permitió sentir la inmensidad del desierto. También pudimos disfrutar de una noche en un campamento en mitad del desierto, donde contemplamos las estrellas en un cielo despejado y pudimos charlar y compartir experiencias con el resto del grupo.

Pero el viaje no fue solo cultura y aventura, también hubo tiempo para divertirnos y conocer mejor al grupo de personas con las que compartimos la experiencia. La asociación preparó dinámicas grupales para que nos conociéramos mejor y pasáramos buenos ratos juntos. Fueron momentos de risas y buenos recuerdos que nunca olvidaré.

En definitiva, participar en un viaje solidario en el desierto con la asociación Viento Norte Sur fue una experiencia única e inolvidable. Me permitió conocer de cerca la cultura bereber y la vida en el desierto, pero también me permitió conocer a personas increíbles y comprometidas con la labor social. Si tienes la oportunidad de participar en un viaje como este, no lo dudes, será una experiencia que te cambiará la vida.

Si crees que esta experiencia te puede ayudar a ti también o estás de acuerdo con los valores del turismo sostenible puedes colaborar con la asociación.