Una gran experiencia introspectiva

Esta experiencia introspectiva ha supuesto no solo una gran oportunidad de conocer un nuevo país y cultura que no conocía con anterioridad, sino también que ha supuesto una gran cambio de mentalidad en mí gracias a la introspección, en ciertos aspectos de mi vida como lo son la relación conmigo mismo y con las demás personas que forman una parte importante de mi vida. Todo esto ha sido gracias a la convivencia y al aprendizaje que me han otorgado las familias de Tamzidat, un pequeño pueblo de Marruecos.

Este viaje me ha brindado la oportunidad no solo de conocer un nuevo país, sino además adentrarme en una nueva cultura, tradición y estilo de vida que de cierta manera ha cambiado mi forma de pensar y ver la vida. Todo ello, gracias a la familia de acogida con la que convivimos durante una semana, formada por 6 miembros. Durante la convivencia, realizamos todo tipo de actividades que estas familias realizan en su día a día, elaborando platos tradicionales, realizando actividades cotidianas de limpieza, entretenimiento y trabajo en el campo, cuidando y jugando con sus pequeños, etc. Un factor que me sorprendió gratamente fue la gastronomía de la región, ya que jamás había probado la comida marroquí y fue un gran descubrimiento, el cual he añadido a mi dieta actual.

Posiblemente la actividad más increíble que vivimos fue pasar una noche en el desierto, un lugar tranquilo y silencioso, el cual permite conectar contigo mismo, con tus pensamientos y con las personas con las que estas compartiendo esta increíble experiencia. En aquel momento, analizando la situación, y observando a mis acompañantes, me di cuenta de la felicidad y alegría con la que viven los habitantes de este pequeño pueblo. Pese a no disponer de todas las facilidades, gozan de la compañía de los suyos, dando prioridad a la comunidad, y no tanto a la individualidad.

Gracias a compartir mi vida con los habitantes del pueblo Tamzidat durante esa semana, he conseguido abrir mi mente, logrando tener una mentalidad mucho más simple, de ayuda a los demás y mucho menos egoísta lo que me está ayudando en mi vuelta a casa, en cuanto a relaciones conmigo mismo y con mis principales seres queridos, dejando atrás la individualidad y egoísmo. Por esta sencilla idea que surgió en mí, me di cuenta que en las grandes urbes, debemos aprender una gran cantidad de cosas sobre este tipo de gente, ya que tienen unos ideales y valores muy distintos y en parte superiores a los nuestros.

En resumen, esta semana de convivencia con las familias de Tamzidat, ha resultado como una gran experiencia introspectiva pues me ha ayudado a comprender ciertas actitudes o pensamientos que considero no eran buenos, o no me estaban aportando algo positivo tanto a mi vida personal como social con familia o amigos. Es por todo esto, que sin ningún lugar a dudas recomendaría a todo el mundo sumergirse en una experiencia así ya que regresarán del viaje conociéndose mucho más así mismos y obtendrán un gran aprendizaje.

Esta experiencia, no habría sido posible sin la ayuda de Viento Norte Sur, por ello, si consideráis oportuno realizar una pequeña aportación mediante donación.