Mi convivencia para Bahía de Caráquez

Misiones Bahía de Caráquez

Cuando era pequeño, en mi colegio, cada año realizábamos una recolecta solidaria para una zona de Ecuador llamada Bahía de Caráquez. Recuerdo un año en particular en el que el objetivo era recaudar suficiente dinero para comprar una furgoneta y poder llevar y traer a gente de bajos recursos a un comedor solidario que también ayudamos a construir otro año anterior. Bahía de Caráquez es una ciudad costera ubicada en la costa oeste de Ecuador, en la provincia de Manabí. Es una ciudad turística que ha sido golpeada por desastres naturales como terremotos e inundaciones. Sin embargo, la ciudad se ha recuperado y ha sido objeto de proyectos solidarios para ayudar a la población local. Una de esas iniciativas fue el comedor solidario, que permitió a las personas de bajos recursos acceder a alimentos nutritivos y asequibles; y es el que se muestra en la imagen.

 

La convivencia

Durante un mes nos dedicábamos fuera del colegio a hablar con amigos y familiares para que nos ayudaran a alcanzar nuestro objetivo. Cada semana se hacía un recuento del dinero recaudado en esa misma semana y, en un dibujo de una barra que teníamos en la puerta de clase, se dibujaba hasta donde habíamos llegado. Al final de la recolecta, se proyectaba en el teatro del colegio un video del proyecto que estábamos realizando y otro video de la gente de Bahía de Caráquez agradeciéndonos y mostrándonos el comedor que habíamos ayudado a construir en otro año anterior, además de mostrándonos cómo era un día a día allí, además de mostrar que había tanto niños como ancianos.

El último día de la recolecta, todas las clases nos íbamos de convivencia al castillo del pueblo andando. Allí almorzábamos y hacíamos diferentes actividades, como bailes y ginkanas, además de explorar la zona, que es muy bonita. Durante la convivencia, en el castillo, un par de profesores realizaban una charla en la que daban las gracias por un año más de solidaridad y contaban sus propias experiencias personales en la zona, ya que habían estado personalmente en Bahía de Caráquez como voluntariado.

 

Conclusión y aprendizaje

Participar en la recolecta solidaria fue una experiencia enriquecedora para mí. Aprendí el valor de la solidaridad y la importancia de trabajar juntos por una causa común. También aprendí sobre la realidad de otras personas en el mundo y cómo, aunque a veces parezca que estamos lejos, podemos hacer una diferencia significativa. La convivencia al castillo fue una excelente manera de celebrar nuestros esfuerzos y conectarnos aún más como comunidad escolar.

En conclusión, la recolecta solidaria que realizábamos en mi colegio para Bahía de Caráquez fue una experiencia que nunca olvidaré. La sensación de lograr un objetivo común y ayudar a personas necesitadas fue muy gratificante. Espero que iniciativas solidarias como esta continúen inspirando a las personas a trabajar juntas para hacer del mundo un lugar mejor. Por último, espero que mi colegio continúe durante mucho tiempo con esta tradición de recolectas solidarias y convivencias para ayudar a aquellos que más lo necesitan. Si tú también quieres ayudar a quien lo necesita, colabora con una donación para que Viento Norte Sur pueda hacer realidad sus proyectos.