Conservación de las tortugas marinas en Sri Lanka

Hace algunos meses, tuve la oportunidad de participar en una estancia solidaria en Sri Lanka organizada por la Asociación Viento Norte Sur (de la cuál os hablaré más adelante). La experiencia consistía en que, durante dos semanas, ayudé en la conservación de las tortugas marinas en la costa de este hermoso país.

Desde el momento en que llegué, me sorprendió la belleza natural de Sri Lanka. Las playas de arena blanca y las aguas cristalinas del Océano Índico eran simplemente espectaculares. Pero lo que realmente me conmovió fue el trabajo que estábamos haciendo en la conservación de las tortugas marinas.

 

¿Cómo ayudamos en la conservación de las tortugas marinas?

Nuestra labor diaria consistía en patrullar las playas y asegurarnos de que los huevos de tortuga no fueran saqueados por los cazadores furtivos. También ayudamos en el proceso de incubación de los huevos y en la liberación de más de 100 de las pequeñas tortugas al mar.

Trabajar con las tortugas marinas fue una experiencia única e inolvidable. Cada vez que encontrábamos un nido de tortuga, sentía una mezcla de emoción y responsabilidad. Sabía que estábamos haciendo algo importante para proteger a estas criaturas maravillosas.

 

Adentrándonos en la cultura esrilanquesa

Además del trabajo de conservación, también tuvimos la oportunidad de explorar la cultura y la vida diaria de Sri Lanka. Visitamos templos antiguos, como el de Sigiriya, conocido como “la roca del León”.

Pudimos probar y aprender a cocinar algunos de los deliciosos platos locales, como el biryani, un plato a base de arroz combinado con verduras o carne de pollo o el fish ambul thiyal, un “curry de pescado agrio” elaborado a partir de pescados como el atún. Este se corta en dados sazonados con especias como cúrcuma, canela o pimienta negra, si bien el ingrediente que aporta el famoso toque agrio es el fruto autóctono conocido como goraka seco.

También aprendimos sobre la historia y las tradiciones del país, permitiéndonos acercarnos al budismo y la meditación.

La estancia solidaria en Sri Lanka también me dio la oportunidad de conocer a personas increíbles de todo el mundo. Trabajamos juntos en equipo y compartimos experiencias que nunca olvidaremos.

Otras de las actividades que hicimos gracias a Viento Norte Sur fueron, entre otras, visitar el jardín ayurvédico y masaje, la fábrica de té y el museo de Gemas y el templo de la Reliquia del Diente.

 

¿Quién organiza estas actividades?

Aquí es donde entra en juego la Asociación Viento Norte Sur, la cual hace todo lo posible por organizar escapadas para estar en contacto con el mundo que nos rodea y que nuestras vidas mejoren, a la vez que hacemos del mundo un lugar mejor. Además de estancias solidarias, Viento Norte Sur también organiza viajes responsables, inmersiones culturales, campamentos viejóvenes y voluntariados.

 

¡Anímate a ayudar!

La experiencia que tuve durante mi estancia solidaria me hizo ver la importancia de estos proyectos y cómo pueden transformar la vida de estos preciosos animales. Sin embargo, muchas veces la falta de recursos y apoyo dificultan la realización de estos proyectos.

Tú mism@ puedes colaborar de muchas maneras: hacerte socio, realizar una donación, etc. El objetivo es conseguir que la asociación siga organizando actividades solidarias tan bonitas año tras año.

Además de las donaciones monetarias, la asociación también acepta voluntarios interesados en apoyar sus proyectos y compartir experiencias con las comunidades locales.