Campamento en Menorca

Si quieres revivir los viejos años de tu infancia en un campamento de verano, la Asociación Viento Norte Sur lo hace posible. Deja de echar de menos esos días calurosos conociendo a nuevos amigos y apúntate a otro campamento independientemente de la edad que tengas. Pocas veces se ven este tipo de actividades de ocio para personas adultas, así que aprovecha esta oportunidad.

 

DESTINO

El año pasado fui a una acampada y, como extrañaba todo lo que hacía allí y a las personas que conocí, decidí apuntarme con 20 años a un campamento de verano en las Islas Baleares, concretamente Menorca. Fui con una amiga que nunca había ido a ninguno y estuvimos 2 semanas que se nos pasaron volando.

 

ACTIVIDADES DURANTE LA PRIMERA SEMANA

El primer día eran actividades como pasear por el río o simplemente ir a la playa, para conocer al grupo e integrarse en él. Al día siguiente, fuimos a varios sitios para conocer la isla desde dentro, es decir, eran viajes cortos a pueblos cercanos muy bonitos y turísticos. 

Otro día conducimos motos acuáticas y dimos un paseo en barco. Esa vez lo pasé fatal ya que me da miedo la profundidad del agua y con el calor que hacía, me mareé y acabé vomitando. Al día siguiente ya me encontraba mejor y pude disfrutar de una de mis actividades favoritas, ir a un festival. Me encanta la música en directo y habían artistas internacionales increíbles. Sin duda, el mejor día del campamento hasta el momento.

El sábado de esa primera semana, recorrimos senderos y subimos montañas. Nos dedicamos al deporte y a hacer ejercicio porque, de vez en cuando, comíamos comida basura y había que rebajar.

 

ACTIVIDADES DURANTE LA SEGUNDA SEMANA

A la semana siguiente comenzó lo bueno. Ya nos conocíamos mejor y decidimos hacer competiciones en las actividades durante la semana. Obviamente había premio. Éramos 24 personas, por lo que nos dividimos en tres grupos de 8 personas. El grupo que quedase ganador con más puntos, se podía quedar varios días más y asistir a otro festival que se celebraba ese finde. Yo evidentemente no me lo podía perder, por lo que mi grupo tenía que ganar.

La mayoría de nosotros no sabíamos hacer las pruebas que nos habían propuesto. Eran tipo bucear, montar en kayak o en lancha. ¡Ni siquiera sabíamos cómo funcionaba una lancha! Al final, mi grupo quedó en el 2º puesto, con una diferencia de un sólo punto. Me sentí decepcionada pero el otro equipo se lo merecía también. Justamente 2 chicos del grupo ganador no podían quedarse al festival y nos ofrecieron las entradas. La vida me sonreía y gracias a eso, mi amiga y yo pudimos quedarnos unos días más y asistir al festival.

 

Cada campamento es diferente y cada persona también. Tuve la suerte de conocer a gente maravillosa, la cual volveré a ver en las vacaciones de Navidad para viajar y charlar, pues cada uno es de un sitio diferente. Me quedé con la miel en los labios y sin duda, repetiré al verano que viene. Intentaré convencer a mis familiares, amigos y a cualquier persona para que no se pierdan esta experiencia única.

Si no puedes disfrutar de esta experiencia, puedes colaborar con una donación. ¡No dudes en hacerlo!