Voluntariado en Tailandia: elefantes y mucho más

Mi experiencia de voluntariado en Tailandia se remonta a hace dos años y fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Viajar nos permite conocer nuevas culturas, descubrir lugares increíbles y hacer nuevas amistades. Pero, ¿y si además de todo esto, pudiéramos contribuir a mejorar el mundo? Los viajes de voluntariado nos brindan esa oportunidad y yo, gracias a la asociación Viento Norte Sur, decidí involucrarme en un proyecto para el cuidado de elefantes en Tailandia.

 

Por qué hacer voluntariado en Tailandia

Mi voluntariado tuvo lugar en Umphang, un paraíso verde cerca de Tailandia, y duró tres semanas. Personalmente, esta ha sido la experiencia más impactante y enriquecedora de mi vida. Es una ocasión única que aconsejo a aquellas personas que quieran aprender sobre la conservación de la fauna y flora y sobre la cultura tailandesa. Además, es una oportunidad para contribuir al bienestar de los elefantes, que a menudo son víctimas del maltrato y la explotación.

En Tailandia, los elefantes han sido una parte importante de la cultura y la religión durante siglos. Sin embargo, muchos elefantes son utilizados en la industria turística, lo que a menudo implica un trato cruel y condiciones de vida inadecuadas. Los viajes de voluntariado ofrecen una alternativa sostenible a esta práctica y promueven el bienestar de los elefantes y la educación sobre su importancia en el ecosistema.

 

Actividades

Durante mi estancia solidaria, trabajábamos en un santuario de elefantes donde nos asegurábamos de que los animales vivieran en condiciones adecuadas y se les proporcionara cuidado y atención médica si era necesario. Para mí, las actividades más emocionantes han sido ayudar en la preparación de la comida para los elefantes y alimentarlos, ayudar en la limpieza de sus hábitats y participar en actividades de enriquecimiento para estimular su comportamiento natural. Sin embargo, la experiencia que nunca me habría imaginado vivir fue nadar junto a los elefantes y establecer una conexión que nunca pensé que pudiera existir entre humanos y animales.

A lo largo de mi estancia aprendí mucho sobre la cultura tailandesa, ya que esto ayuda a entender la relación entre los elefantes y la gente. Yo y otros voluntarios podíamos participar en clases de cocina tailandesa, aprender sobre las tradiciones locales y visitar templos y mercados. Afortunadamente, tuve la oportunidad no solo de conocer las tradiciones tailandesas, sino también las de otros voluntarios que venían, por ejemplo, de Estados Unidos y Noruega.

 

Colabora con Viento Norte Sur

Mi estancia solidaria en Tailandia me permitió conocer a personas increíbles y hacer algo significativo por la comunidad. Es una experiencia que me hizo sentir más conectado con mi entorno. Además me enseñó que, incluso como individuos, podemos hacer una diferencia positiva en el mundo. Sin embargo, los viajes de voluntariado deben ser realizados con precaución y responsabilidad por asociaciones éticas y respetuosas. Si estás pensando en hacer una experiencia de este tipo, te animo a visitar la página web de la asociación Viento Norte Sur.  Aquí podrás encontrar la experiencia adecuada para ti o colaborar con una pequeña donación.

¡Descubre una forma diferente de viajar y hacer un impacto positivo en el mundo!