Vuelve a tus orígenes, campamento viejóven

Vuelve a tus orígenes, campamentos viejóvenes

Vuelve a tus orígenes

No hay sentimiento más bonito que compartir, dar lo mejor de ti a los demás, para recibir lo mejor de ellos.  Querer  enseñar y terminar aprendiendo. Aprendiendo a ver la vida desde otra perspectiva.

Y pensarás, ¿Cómo puedo hacerlo? Es tan simple como aprovechar las oportunidades que un campamento te ofrece. Animarte y dar lo mejor de ti. Porque con las ganas no te tienes que quedar. Allí conoces a personas magníficas que te ayudarán a olvidarte de todos tus problemas.

Risas, caídas, historias, experiencias, noches eternas… Tantas palabras y no se aun con cual quedarme, cuál define mejor mi actividad favorita. Y mira que no son pocos los veranos de campamento, mi mes favorito en el año.

He pasado por acampada, monitora, y jefa de campamento. Una experiencia tras otra, desde los cuatro años. Amigos nuevos, actividades innumerables y muchos pero muchos lugares conocidos. Rincones secretos, que solo tu grupo de habitación conocía.

 Aquellos campamentos que tanto nos han enseñado. Esa niña pequeña que pasaba la noche de antes sin poder dormir, por la ilusión y los nervios de volver. O aquella monitora, que años después, decidió apuntarse a un curso y  hacer de ello una de sus pasiones. 

Siempre agradeceré a la persona que me animó a ir,  que me enseñó a entender que podemos estar con el corazón lleno, pero el cuerpo cansado.  Porque no hay mejor sensación que darse a los demás,  verles disfrutar como tú lo hacías. 

Es por ello que el verano pasado decidí volver a mis orígenes, apuntarme a un campamento en el que de nuevo, yo era la acampada. Ahora sí valorando más que nunca, todo el trabajo que hay detrás. Pocas horas de sueño, días y días de preparación, actividades sin  salida…

Una nueva experiencia, 30 desconocidos compartiendo una de sus pasiones, disfrutar de la vida. Lugares increíbles, Menorca, Formentera o Asturias. Con sus atardeceres de ensueño, calas de agua cristalina y  paisajes indescriptibles. Días de senderismo, actividades acuáticas y muchos juegos que te harán recordar  tus momentos favoritos.

No tengo duda que la naturaleza y la convivencia me volverán a esperar muchos más veranos. Menorca me devolvió la ilusión, en tan solo 10 días. Días de campamento, de los de siempre. Ya que por las mañanas podías escoger  entre increíbles actividades de la isla, tradicionales. Y  por las tardes el equipo de monitores nos preparaban en función del día, una actividad u otra. Eso sí, todas como las de antes. Por las noches, llegaba mi parte favorita, las veladas. En ellas ponía toda mi energía  para que el cansancio del día no se notara. Porque era donde me daba cuenta que para mi, siempre será la mejor forma de vivir el verano, da igual la edad o la procedencia, tenemos oportunidad de volver a reunirnos. De enseñar lo que cada uno ha vivido, y de aprender todo aquello que nos sume. 

Animate, no te pongas límite  hemos venido a disfrutar.  A disfrutar de la vida, pero compartiéndola.  !No hay mejor plan, Organización Viento Norte Sur!