Voluntariado en Vietnam

Voluntariado en una comunidad en Vietnam

Voluntariado en Vietnam

Hace unos años, me propuse que tenía que ver mundo después de graduarme de la universidad. Quería viajar y experimentar el mundo antes de empezar mi carrera profesional. Después de investigar opciones, decidí hacer un voluntariado en una comunidad en Vietnam.

El proyecto en el que participé era un programa de educación y desarrollo comunitario. Se centraba en ayudar a los niños de la zona a obtener una educación básica y desarrollar habilidades básicas para el día a día. La mayoría de los niños en la comunidad no tenían acceso a una educación formal y el objetivo del proyecto era darles las oportunidades de poder conseguirlo.

Llegué a la comunidad sin saber qué esperar. La gente era amable y acogedora, pero también había una gran cantidad de pobreza y desigualdad en la zona. El proyecto estaba dirigido por un grupo de voluntarios y personal local. Viendo la situación en la que se encontraban, me di cuenta de la cantidad de ayuda que necesitaban.

Mi trabajo principal era realizar actividades en las que pudieran aprender inglés de forma interactiva a un grupo de niños de entre 6 y 10 años. No tenía experiencia previa en enseñar y me sentí abrumada al principio, pero a medida que pasaban las semanas, me di cuenta de que estaba aprendiendo tanto de los niños como ellos de mí. Era increíble ver cómo demostraban tanto interés en aprender y cómo se motivaban para superar los desafíos.

Además de enseñar, también participé en actividades de desarrollo comunitario, como la construcción de un centro comunitario y la organización de eventos culturales. También ayudé a coordinar la distribución de suministros escolares y alimentos para los niños y sus familias.

Una de las experiencias más impactantes que tuve fue cuando visitamos una comunidad cercana que estaba aún más aislada y marginada que la nuestra. Fue un viaje largo y difícil por caminos de tierra, pero valió la pena ver la sonrisa en los rostros de los niños cuando les entregamos suministros escolares y juguetes. Me di cuenta de que nuestro trabajo no solo estaba ayudando a los niños en nuestra propia comunidad, sino que también estábamos ayudando a construir relaciones entre comunidades y personas.

En el voluntariado en una comunidad en Vietnam también experimenté momentos difíciles. Me enfermé varias veces debido a la falta de agua limpia. También tuve que aprender a adaptarme a su cultura y a una forma de vida completamente diferente a la que estaba acostumbrada. Pero estos desafíos me ayudaron a crecer como persona y me enseñaron a valorar los aspectos más simples de la vida.

Al final de mi tiempo en Vietnam, me fui con una sensación de logro y de haber colaborado en el cambio de la vida de los niños y la comunidad. Me di cuenta de que, aunque el trabajo de voluntariado es lento y no siempre da resultados inmediatos, es importante y gratificante. También me di cuenta de que el voluntariado no solo es sobre ayudar a otros, sino también sobre crecer y aprender a nivel personal.

En resumen, mi experiencia de voluntariado en Vietnam fue una de las más enriquecedoras de mi vida. Me enseñó la importancia de trabajar juntos para construir comunidades fuertes y me dejó con un profundo respeto y admiración por las personas que lo formaban.

Esta gran experiencia fue gracias a la Organización Viento Norte Sur.