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Como joven de Alicante, siempre he sentido la necesidad de hacer algo más por el mundo y por las personas que lo habitan. Así fue como decidí emprender una aventura como voluntariado en Marruecos. Mi experiencia fue una mezcla de emociones, desafíos y aprendizajes, pero definitivamente fue una de las mejores decisiones que he tomado. En este artículo, compartiré mi experiencia como voluntario en Marruecos y espero inspirar a otros jóvenes como yo a considerar esta oportunidad única.
Mi experiencia en Marruecos comenzó en la ciudad de Marrakech. Como parte de un programa de voluntariado, fui asignado a trabajar con una organización que se enfocaba en apoyar a mujeres y niños en áreas marginadas del país. Durante mi tiempo allí, trabajé en varios proyectos, incluyendo la construcción de un aula escolar, la realización de talleres educativos y la organización de actividades recreativas para los niños.
A pesar de que tenía algunas nociones básicas del idioma árabe, la barrera del idioma fue un desafío. Sin embargo, esto no impidió que me adaptara a la cultura y a la forma de vida marroquí. Fui acogido con los brazos abiertos por la gente de la comunidad y siempre me sentí seguro y bienvenido.
Uno de los momentos más emotivos de mi experiencia fue conocer a un grupo de mujeres en una aldea cercana. La organización para la que trabajaba tenía un proyecto para ayudar a estas mujeres a generar ingresos y mejorar su calidad de vida. Pude compartir con ellas, aprender sobre sus historias y entender sus necesidades. Fue una experiencia muy humana y me sentí honrado de poder ayudar de alguna manera.
También tuve la oportunidad de explorar Marruecos durante mi tiempo libre. Visité ciudades como Fez y Casablanca, aprendí sobre la historia y la cultura del país, probé la deliciosa comida y hice amigos de diferentes partes del mundo. Conocer a otros voluntarios también fue una gran parte de mi experiencia, ya que todos compartíamos la misma pasión por hacer una diferencia en el mundo.
Mi experiencia como voluntario en Marruecos fue verdaderamente transformadora. Aprendí sobre otra cultura, hice amistades duraderas y, lo más importante, pude ayudar a quienes lo necesitaban. Si estás pensando en ser voluntario en otro país de África, te animo a que lo hagas. Hay muchas organizaciones y proyectos que necesitan voluntarios y tu ayuda podría hacer una gran diferencia. Como joven de Alicante, puedo decir que esta experiencia me ha enseñado el valor de hacer algo más por el mundo y de contribuir a una sociedad más justa y equitativa. Si yo pude hacerlo, tú también puedes hacerlo. También puedes aportar tu granito de arena realizando una donación a la asociación Viento Norte Sur o participando en sus proyectos.
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