Un Mundo Distinto

Mi viaje fue un voluntariado a África, este es un continente conocido por sus paisajes y fauna única y también por el reto al que se enfrentan las distintas comunidades que habitan allí en términos de salud, pobreza y educación. Yo fui en concreto a Kenia, a un orfanato que se sitúa por el norte del país, estuve allí un mes conviviendo con 150 niños, otros voluntarios y la propia gente del centro y os puedo asegurar que fue una de las experiencias más emocionantes, desafiantes y enriquecedoras de mi vida.

Comienza mi aventura

Antes de comenzar mi viaje he de decir que me encontraba un poco nervioso porque me iba a otro país cuando yo ni siquiera había salido del mío. Una vez allí, aterricé en Nairobi, que es la capital, y me llevaron junto a otros voluntarios al orfanato, el cual estaba separado de cualquier aldea. El orfanato estaba en un terreno junto a otras casa pequeñas hechas de barro que eran las habitaciones de los niños, ero como que todo estaba sobre el mismo terreno. Nuestra labor allí era ayudar en el día a día, con las tareas del colegio, ayudarles a preparar las comidas y también les dábamos clases de inglés, aunque muchos sabían hablarlo muy bien ya que es la segunda lengua más utilizada a parte del suajili.

El día a día en el orfanato

Había muchos momentos que fueron duros y supusieron un desafío ya que la comida era escasa (aunque los voluntarios teníamos más acceso a estos recurso) y casi siempre había lo mismo para comer, que era arroz, había mucha ansiedad, el egoísmo se apoderaba de ellos en el momento de la comida ya que era la hora que más esperaban y todos querían ser los primeros en recibir su plato de comida. Las condiciones higiénicas tampoco eran las más apropiadas ya que los recursos eran limitados, de hecho, los niños llevaban casi siempre las mismas camisetas todos los días. Pero también viví momentos muy bonitos e impactantes ya que me sorprendió la generosidad y hospitalidad con la que te trataban. Me enseñaban sus pequeñas casas de barro, jugábamos a juegos todo el día y cuando ya cogían más confianza contigo te contaban historias que llevaré conmigo para siempre.

Nos vamos de Safari

A las 2 semanas de viaje nos ofrecieron hacer un Safari lo que fue algo increíble el ver a todos los animales a los que nunca había visto en su estado salvaje. Pude ver incluso a una leona cazando lo que me pareció algo duro de observar, pero así es como sobreviven estos animales, el parque era muy grande y solo pudimos ver una parte muy pequeña de él, los paisajes eran hermosos y sobre todo la puesta del sol, es algo que os recomiendo hacer al menos una vez en vuestra vida.

Opinión

En resumen, mi experiencia de voluntariado en África ha sido un viaje que me ha ayudado mucho a crecer y aprender en muchas áreas de mi vida. He conocido a mucha gente nueva, he completado retos que nunca hice y aprendía valorar lo que tenemos. Nunca me olvidaré de este viaje inolvidable y de las miles de emociones que viví, todo el mundo debería experimentar algo así para llevarlo en su vida por siempre.

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