Voluntariado en Sri Lanka: Más que Tortugas

El por qué de todo:

Todo comenzó cuando un allegado me descubrió la asociación Viento Norte Sur cuando conversábamos sobre temas de la actualidad una tarde cualquiera. Tras comentar el tema de que muchos animales se encuentran en peligro de extinción, él me sugirió que buscase en dicha asociación si quería ayudar en primera persona, ya que las criticas sentado en el sofá no aportaban nada. Investigué y encontré el voluntariado perfecto para mí, ayudando a las tortugas marinas en Sri Lanka. Contacte con ellos de primera mano y para allá que fuimos.

 

Semana 1:

Una vez allí, en la primera de mis dos semanas, estuve empapándome de la cultura del país, desde su idioma, hasta clases de nociones básicas sobre la misma cultura. También visitamos jardines, para así observar la distinta vegetación del país, pero sin duda una de las cosas que a nivel personal mas me gustó fueron las clases de cocina típica del lugar. Me empape de la cultura religiosa del país, visitando ciertos lugares de culto del budismo y presenciando rituales de este. No todo fueron visitas y actos programados, ya que la primera semana cuenta con dos días libres enteros para gozar de tiempo libre para que por tu cuenta visites zonas de tu propio interés, y así hice, integrado entre los lugareños ya como si fuese uno más.

Esta primera semana me enseñó que no todos los países somos iguales ni funcionamos de la misma manera. Esto es algo que te hace abrir los ojos y darte cuenta de que existe mundo más allá de tu cuidad o tu país, y que existen personas que ven la vida desde una perspectiva que igual tú no la habías visto nunca, y aunque no es el propósito principal de este viaje, también es bonito de experimentar.

 

Semana 2:

Lo bueno empezaba en la segunda semana, el por que de que estaba yo en Sri Lanka, y eran las tortugas marinas. El primer día estuve algo más tímido y desubicado, ya que no conocía la labor que iba a hacer durante esa semana, pero rápido me solté y nos pusimos manos a la obra. Realizábamos actividades tan esenciales desde la limpieza y alimentación de los animales, hasta la limpieza de los tanques y playas donde ellas vivían. Nos dedicábamos al cuidado y protección de las tortugas, ocupándonos de que estuviesen bien alimentadas y en las mejores condiciones posibles.

Esta semana me enseñó mucho más que la primera. Aprendí que hay que respetar a la naturaleza, y que el planeta y también nos manda señales de socorro y de ayuda.

 

Experiencia personal al final de la aventura:

Como experiencia personal, el voluntariado en Sri Lanka; y en especifico estos cinco días, fueron los más gratificantes que recuerdo. Ver como estábamos ofreciendo ayuda a unos animales en peligro de desaparecer era algo digno de vivir en primera persona. El penúltimo día de esta experiencia es libre, pero no pude resistir pasarme por el lugar donde pasé mis últimos 5 días para seguir nutriéndome de la labor que realizan esas personas y como no, seguir ayudando en lo que pudiese hasta el momento de marchar para España de nuevo.

Si eres como yo y quieres ayudar de primera mano, puedes contactar con Viento Norte Sur para realizar esta experiencia. Aunque si no puedes permitirte este tipo de viajes o no son lo tuyo, puedes ayudar donando a la organización.