Mi inmersión en la comunidad Cubana

Mi inmersión cultural en la comunidad cubana fue una experiencia única e inolvidable. Durante mi estancia en La Habana, tuve la oportunidad de sumergirme en la cultura local y aprender de primera mano sobre la vida en la isla.

Desde el primer momento en que llegué, fui recibido con los brazos abiertos por los habitantes locales. Aunque al principio me sentía un poco nervioso y desconectado de mi entorno, rápidamente me di cuenta de que la gente era increíblemente amable y acogedora.

Una de las cosas que más me impresionó de la cultura cubana fue su pasión por la música y el baile. En cualquier momento del día, se podía escuchar música por las calles, ya fuera salsa, reggaetón o son cubano. Incluso las personas mayores bailaban con una energía y vitalidad que me dejó impresionado.

 

Mi día a día

 

Durante mi estancia, también tuve la oportunidad de visitar algunos de los lugares más emblemáticos de La Habana, como la Plaza de la Revolución, el Malecón y el Casco Histórico. Cada uno de estos lugares tenía su propia historia y significado, y me permitió conocer más sobre la cultura y la historia de Cuba.

Sin embargo, lo que más disfruté fue la oportunidad de conectarme con los habitantes locales y aprender sobre sus vidas y experiencias. Conocí a personas de todas las edades y orígenes, desde jóvenes artistas hasta jubilados que habían vivido la Revolución de 1959. Cada uno tenía una historia que contar y una perspectiva única sobre la vida en Cuba.

Una de las cosas que más me sorprendió fue la resiliencia y la creatividad de los cubanos. A pesar de los desafíos económicos y políticos, la gente seguía encontrando formas de disfrutar la vida y hacer lo mejor con lo que tenían. Vi a artistas callejeros haciendo increíbles obras de arte con materiales reciclados, a pequeños negocios familiares que ofrecían comida deliciosa y a gente que compartía sus habilidades y conocimientos de manera gratuita.

Además, pude presenciar de primera mano el sistema de salud y educación en Cuba. Aunque había escuchado muchas cosas diferentes sobre estos temas, pude ver con mis propios ojos cómo funcionaban en la práctica. Quedé impresionado por la calidad de la atención médica y la educación en el país, y por la forma en que se enfocaba en la comunidad y el bienestar general en lugar del lucro individual.

 

En resumen

 

En general, mi inmersión cultural en la comunidad cubana fue una experiencia increíble que me permitió ver el mundo desde una perspectiva completamente diferente. Me fui con una comprensión más profunda y empática de la vida en Cuba, y con una gran apreciación por la resiliencia, la creatividad y la amabilidad de su gente.

Si estás buscando una experiencia cultural única, te recomiendo que visites Cuba y te sumerjas en la vida local. Estoy seguro de que no te arrepentirás y que volverás a casa con una nueva perspectiva sobre el mundo y sobre ti mismo.

 

¿Cómo participar en este viaje solidario?

 

Para asegurarte de que tu viaje sea seguro y exitoso, es importante elegir una organización de confianza que tenga experiencia en viajes solidarios y una conexión con la comunidad local, mi recomendación personal, la asociación Viento Norte Sur, especializada en este tipo de experiencias. De esta manera, podrás estar seguro de que tu experiencia será auténtica y significativa y que tu trabajo voluntario tendrá un impacto real.

 

Asimismo, la asociación ofrece una gran variedad de actividades entre las que podrás elegir para vivir una experiencia que, sin duda, te cambiará la vida. Y si quieres contribuir a que este tipo de proyectos se sigan promoviendo para aportar un granito de arena al mundo, desde la asociación han creado un fondo de crowdfunding donde podrás hacer una donación, por pequeña que sea.