Estancia solidaria en Tanzania

Mi estancia solidaria en Tanzania ha sido sin duda una de las más enriquecedoras de mi vida. Durante varias semanas, tuve la oportunidad de vivir en una comunidad masai, en la región de Arusha, concretamente en Monduli. Y colaboré en proyectos educativos destinados a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Los masai son un pueblo nómada que habita en varios países de África oriental. Se caracterizan por su estilo de vida tradicional y su profundo conocimiento del entorno natural en el que viven. Sin embargo, a pesar de su rica cultura, a menudo sufren dificultades para acceder a servicios básicos como la educación o la atención médica.

MI ESTANCIA SOLIDARIA EN TANZANIA

Con el objetivo de contribuir a la mejora de su educación, me uní a un grupo de voluntarios internacionales que colaboraban con una organización local. Durante mi estancia, tuve la oportunidad de participar en diversas actividades destinadas a apoyar la educación de los niños masai y fomentar su desarrollo personal.

Una de las actividades en las que participé fue la enseñanza en la escuela primaria local. La escuela contaba con escasos recursos y pocos profesores, por lo que los voluntarios éramos esenciales para garantizar que pudieran recibir una buena educación. Ayudé a los profesores en la preparación de las clases, impartí clases de inglés y colaboré en la organización de actividades deportivas para los niños.

Además de mi trabajo en la escuela primaria, también participé en un proyecto destinado a construir una biblioteca comunitaria. La biblioteca sería un espacio abierto a toda la comunidad, donde los niños y adultos podrían acceder a libros y recursos educativos. Durante mi estancia, ayudé en la construcción de la biblioteca y en la organización de los libros y materiales.

Las actividades extraescolares que también realicé tenían como objetivo fomentar el desarrollo personal de los niños. También promover valores como la solidaridad y el respeto, y fomentar su creatividad. Realizamos talleres de arte y manualidades, teatro, música y danza, y también organizamos excursiones y actividades al aire libre.

Fue una experiencia única e inolvidable. Durante mi estancia, tuve la oportunidad de convivir con las familias masai y conocer de primera mano su forma de vida y sus tradiciones. Aprendí a cocinar sus platos típicos, a cuidar del ganado, y a reconocer las plantas y animales del entorno natural. Además, pude compartir momentos de alegría y diversión con los niños, y aprender de ellos acerca de su cultura y su visión del mundo.

En resumen, mi estancia en Tanzania fue una experiencia enriquecedora a nivel personal y profesional. Tuve la oportunidad de colaborar en proyectos destinados a mejorar la educación en una comunidad masai. También vivir de cerca la realidad y las tradiciones de este pueblo nómada. Esta experiencia me ha enseñado mucho acerca de la solidaridad y el compromiso social. Además me ha dejado un gran aprendizaje que me llevaré para siempre y nunca olvidaré.

Si no puedes disfrutar de esta experiencia, puedes colaborar con una donación. ¡No dudes en hacerlo!