Convivencias en Cuba

Mi estancia en una comunidad rural en Cuba

Desde el momento en que me enteré de las convivencias organizadas por la ONG Viento Norte Sur en la comunidad cubana, supe que tenía que participar. Estaba buscando una experiencia enriquecedora que me permitiera conocer una nueva cultura y contribuir de alguna manera al bienestar de la comunidad, y esto parecía ser la oportunidad perfecta. No me equivoqué: mi viaje a Cuba con la ONG Viento Norte Sur fue una experiencia increíble e inolvidable.

Mi viaje comenzó con un largo viaje en avión desde mi ciudad natal hasta Cuba. Llegué al aeropuerto de La Habana, donde me recibió uno de los coordinadores de la ONG. Fui inmediatamente impresionado por la amabilidad y la hospitalidad de la gente en Cuba. A pesar de que estaba cansado después de un largo vuelo, me sentí animado y emocionado de comenzar mi aventura.

Uno de los aspectos más destacados de mi viaje fue la oportunidad de vivir con una familia cubana durante mi estancia. La ONG Viento Norte Sur había seleccionado cuidadosamente a las familias anfitrionas para asegurarse de que estuviéramos en buenas manos, y mi familia fue excepcional. Me recibieron con los brazos abiertos y me trataron como a uno de los suyos. Me enseñaron sobre su cultura, sus tradiciones y su comida, y me llevaron a conocer los lugares más interesantes de la zona.

Una de las cosas que más me sorprendió fue la vida diaria en Cuba. El ritmo de vida es mucho más lento que en mi país de origen, y esto me permitió relajarme y disfrutar del momento presente. Además, la gente en Cuba es muy amable y acogedora. Fue fácil entablar conversaciones con los locales y hacer nuevos amigos.

Durante mi estancia en la comunidad, participé en varios proyectos de desarrollo sostenible. Trabajamos en proyectos de agricultura sostenible, reforestación y educación ambiental. Fue genial trabajar con los lugareños y sentir que estábamos haciendo una diferencia real en sus vidas. También aprendimos mucho sobre la situación política y económica de Cuba, lo que nos permitió comprender mejor la vida de las personas de la zona.

Otro aspecto destacado de mi viaje fue el tiempo libre que tuve para explorar la zona. Visitamos La Habana, una ciudad vibrante y llena de vida, y aprendimos sobre la historia y la cultura cubana en los museos y sitios históricos. También exploramos las playas cercanas y disfrutamos de la comida y la música cubana en los restaurantes locales.

Pero lo que más recordaré de mi viaje a Cuba son las personas que conocí. Los cubanos son personas increíblemente amables, amigables y acogedoras. Me encantó su sentido de la comunidad y su forma de vida sencilla pero feliz. Aprendí mucho de ellos y de su cultura, y me dejaron una impresión duradera.

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