Capítulo uno: Viaje en coche a Combloux desde Alicante

Para mí este viaje ha sido toda una aventura ya que hicimos un gran recorrido en coche que nos permitió visitar y conocer multitud de ciudades y lugares interesante.

Empezamos el recorrido en coche desde Alicante, ciudad en la que residimos. Desde ahí hasta Combloux, Francia, nuestro destino final, habían catorce horas de trayectoria por lo que decidimos parar en Béziers, una ciudad de Francia a seis horas de nuestro destino final. Nos encantó visitarla ya que nos permitió disfrutar de su precioso puente, Pont Vieux. Eran varios puentes que permitían el paso por un largo río desde el cual se podía ver un encantador castillo. Tras hacer noche y pasar toda la mañana siguiente, visitando parques y monumentos, decidimos seguir con nuestra ruta prevista hasta llegar a Combloux por la noche. Nos dio tiempo a cenar en el hotel en el que nos alojábamos y que se encontraba en Alta Saboya por lo que podíamos apreciar unas preciosas vistas y los demás pueblos cercanos que pronto conoceríamos.

A la mañana siguiente, decidimos visitar Combloux y pudimos observar la cantidad de naturaleza y zonas rupestres preciosas, además de muy bien cuidadas. El pueblo se encontraba rodeado de grandes montañas, una de ellas la más famosa, Mont Blanc. Hacía bastante frío por lo que por la noche ya estábamos en el hotel disfrutando de sus varias salas de ocio como cine, jacuzzi o cafetería. 

El tercer día decidimos visitar pueblos cercanos como Megève con bastantes tiendas dirigidas hacia turistas y grandes zonas verdes. Otro pueblo cercano que visitamos fue Sallanches ya que al estar cada uno a unos veinte minutos de donde nos alojábamos teníamos gran facilidad de acceso para turistear por diferentes lugares. 

Al día siguiente, teníamos planeado ir a esquiar a las pistas de Combloux, sin embargo, nos recomendaron las mejores pistas de esa ciudad, Les contaminè, que aunque estaban a veinte minutos de nuestro alojamiento mereció mucho la pena. Las vistas allí eran impresionantes, habían muchas pistas y para todo tipo de esquiadores ya fueras principiante o un maestro. Desde lo alto se podía observar las grandes montañas que rodeaban ese bonito lugar y la nieve se encontraba en perfecto estado para poder disfrutar al máximo. Además, al haber tantas pistas de ski por el lugar en el que nos encontrábamos, los forfait son bastante más baratos que en España o Andorra. Terminamos al rededor de las cinco de la tarde y nos fuimos al hotel a descansar hasta el día siguiente ya que estábamos derrotados de tanto deporte. 

Llegamos al penúltimo día de nuestra aventura y decidimos disfrutar del ocio de Combloux yendo a visitar un centro comercial y deleitándonos con una buena comida en Les Terrasses du Cuchet. Por la tarde decidimos ir a visitar la ciudad de Mont Blanc, desde la que podíamos observar su gigante montaña. La ciudad estaba preciosa iluminada y muy dirigida a turistas con muchas tiendas de lujo al rededor. Cenamos allí y pudimos disfrutar de un muy buen ambiente, con música en las terrazas y mucho turista disfrutando de su visita. 

El último día salimos pronto ya que nos quedaba un largo trayecto. Hicimos noche en Barcelona que se encuentra cerca de seis horas en coche hasta Alicante, cenamos allí, descansamos y al día siguiente pronto de vuelta a Alicante a descansar y asimilar nuestro increíble viaje. 

Sin duda, volveríamos a repetir. Aunque el viaje en sí fuera largo por tantas horas en coche, nos permitió visitar muchos lugares bonitos que de otra manera no hubiéramos podido conocer. Es otra cultura, donde hay mucha naturaleza y un lugar tranquilo donde disfrutar de unas buenas vacaciones.