Campamento para adultos en Menorca: revive al niño que llevas dentro

Un campamento para… ¿adultos? ¿Para qué?

¿Alguna vez has sentido que, por mucha gente que conozcas y tengas en tu vida, nadie te entiende al 100%? O peor aún: ¿te has sentido solo y sin nadie con quien hacer un plan que te llene de verdad, de esos en los que pasan las horas y para ti son segundos? Sentir que no encajas en un grupo de gente o que no tienes a alguien con quien desconectar de los problemas diarios es algo que nos hace sentir mal. Esto causa que, poco a poco, a medida que vamos creciendo, veamos la vida más como una carga que como una suerte.

Cuando somos pequeños, hacemos amigos en el colegio, instituto… pero, llega un punto en el que cada uno toma un rumbo distinto y a tu lado quedan pocos de ellos o ninguno. Entonces, al salir al mundo laboral, resulta más complicado encajar con la gente. A todo esto, le añadimos las tareas repetitivas del día a día y que acaban convirtiéndose en un bucle del que es complicado salir, como dice Shakira en su canción “fue culpa de la monotonía”. Si te has sentido identificado leyendo esto, sigue leyendo porque puede que haya encontrado una “solución” al sentimiento de soledad y monotonía que experimentas.

 

Reflexiones y ganas de huir

Hace poco, me encontraba en mi casa reflexionando sobre por qué a medida que he ido creciendo se han ido disipando mis ganas de vivir experiencias, de salir de mi zona de confort, de conocer a gente que me pueda mostrar otras formas de ver la vida o que quizá encaje más conmigo que algunos de esos a los que llamo “amigos” y que no se preocupan cuando estoy mal ni se alegran cuando me va bien. En definitiva, hace poco me replanteé en qué momento dejé de tener ese espíritu joven, atrevido y aventurero y pasé a sentir que todos los días eran iguales, que no podría conocer a gente nueva que valiese la pena ni vivir aventuras de niña / adolescente nunca más (cosa que me apenaba muchísimo). Fue entonces cuando, buscando por internet la solución a cómo salir de ese estado de apatía por la vida, encontré la Asociación Viento Norte Sur.

 

Asociación Viento Norte Sur

Viento Norte Sur es una asociación que organiza distintos tipos de actividades solidarias con un objetivo precioso: ayudar a aquellos que lo necesitan. Pero lo que me gustó de esta iniciativa fue que, aunque a veces parece que los que ayudamos somos los que donamos o participamos de manera activa en las actividades, en la mayoría de los casos los que sacamos un mayor beneficio con esto somos nosotros. Tenemos la oportunidad de conocer mundo y gente realmente increíble, vivir nuevas experiencias, conocer los problemas verdaderamente importantes que otros afrontan y aprender de la actitud que le ponen a la vida.

Al dar con Viento Norte Sur y ver todas las actividades que llevan a cabo y saber que son actividades solidarias con las que se ayuda a gente que de verdad lo necesita, lo vi claro: decidí colaborar con ellos y empecé por algo simple, me apunté a uno de los campamentos viejóvenes de verano que organizan, con el objetivo de atreverme a salir de mi rutina y sobre todo, conocer a gente nueva y compartir experiencias con ellos, viniendo cada uno de un sitio distinto y conviviendo así gente con distintas edades, vivencias, creencias y formas de ver la vida. Pensé que era una buena forma de volver a sentirme como la niña que fui, aquella que no tenía miedo de experimentar, de hacerse preguntas, de acercarse a niños nuevos para conocerlos y jugar con ellos, de vivir cada día como si fuera el último, en definitiva, quería sentirme libre, inocente y viva otra vez… Y lo conseguí. Esa experiencia hizo de ese verano un verano único que hacía tiempo que no vivía.

 

Un ápice de felicidad: 10 días en Menorca

Os voy a explicar, resumidamente, qué hizo que este campamento fuese una experiencia tan mágica y me llenase tanto. Como destino del campamento viejoven escogí Menorca: era un destino que me pillaba cerca de casa y además, me ofrecía 10 días a un muy buen precio. Éramos un grupo de 30 personas y todos ellos eran especiales e increíbles, monitores incluidos. Yo, personalmente, me hice amiga de un grupo de 3 chicas con las que encajé como hacía tiempo que nunca encajaba con nadie. Al fin y al cabo, todas teníamos algo en común: las ganas de vivir una experiencia única a la vez que colaborábamos con una causa solidaria.

Fueron 10 días increíbles: por la mañana nos íbamos las cuatro a conocer lugares preciosos y mágicos de Menorca, por la tarde nos juntábamos con todo el grupo y los monitores nos hacían vivir auténticas AVENTURAS, de esas que no vives casi nunca: buceo, saltos al vacío, gymkanas, etc. Recuerdo que de pequeña sólo fui a un campamento de verano así, al acabar el colegio, con 12 años y me encantó la libertad que sentí en ese campamento. El verano pasado, muchos años después, en Menorca, reviví ese mismo sentimiento y fue algo increíble. Por último, las noches se convertían en esas típicas escenas de película, donde todos están tranquilos alrededor de un fuego y conversan con una guitarra de fondo, así lo vivía yo, un campamento de película.

 

Ahora es tu oportunidad, ¡hazlo!

Quiero concluir este artículo diciendo que, tanto el campamento para adultos en Menorca como, sobre todo, Viento Norte Sur me cambiaron la vida a mejor y me hicieron sacar la niña que aún llevaba dentro y ya no recordaba. Por eso mismo os quería transmitir a vosotros mi mágica experiencia para que, si alguno se encuentra en una situación similar a la mía y necesita una vía de escape para recargar las pilas, le sirva de ayuda. Sin duda, para mí fue la primera aventura de otras muchas a las que me apuntaré en los próximos años: otros campamentos, convivencias, estancias, viajes solidarios o voluntariados, y más sabiendo que con esto ayudaré a otras personas que lo necesitan.

Si leyendo mis palabras te has sentido representado o representada con mi historia y te gustaría salir de tu monotonía, conocer a gente con la que encajes más o, simplemente, desconectar de tus problemas cotidianos durante unos días, te recomiendo de corazón esta aventura fascinante. Si además piensas que esta causa y las demás que realiza la asociación merecen la pena, colabora con Viento Norte Sur.

Gracias por leerme y volveré a escribir pronto sobre mi próximo viaje con Viento Norte Sur… ¡Espero que tú también puedas vivir algo parecido y escribir acerca de ello en muy poco tiempo!